Según la décima edición del índice de eficiencia energética elaborado por la Fundación Gas Natural Fenosa, los hogares españoles podrían ahorrar 5.350 millones de euros anuales mejorando su eficiencia energética. Este índice de eficiencia energética fue presentado por el director general de la fundación, Martí Solà. Según este estudio, elaborado a partir de 3.800 entrevistas, los hogares españoles tienen un potencial de ahorro del 27’4 por ciento, que equivale a 11’1 toneladas de CO2 y 50.804 GWh, que podría alcanzarse mejorando los hábitos y el equipamiento de las viviendas. El mayor potencial de ahorro está en los electrodomésticos con un 42’9 por ciento.
A los electrodomésticos los siguen la iluminación con un 26’2 por ciento, la calefacción con un 25’5 por ciento y el aire acondicionado con un 19’5 por ciento. Este informe indica también que en 2015 el índice de eficiencia energética en los hogares españoles cayó hasta 6’39 puntos, frente a 6’45 puntos en la última edición del estudio, que fue en 2013, debido al descenso del mantenimiento y el equipamiento. Entre los motivos de esta caída se encuentra el auge de aparatos en “stand by”, un hogar puede ahorrar casi 200 euros al año si estuviesen apagados, y el poco uso de los programas cortos en la lavadora y el lavavajillas, y es que los usuarios suelen utilizar siempre el mismo programa.
También influye la antigüedad de los sistemas de calefacción y que no se instalan sistemas de reducción del caudal de agua. El director general de la fundación, Martí Solà, ha detallado que se puede conseguir ahorrar con pequeños gestos como apagar el “router” cuando no hay nadie en casa o por las noches. Otra opción es colocar regletas de enchufes con interruptor que permitan desconectar los aparatos multimedia como el televisor, consolas y equipos musicales, cuando no se utilizan. Otro factor que ha destacado ha sido el no dejar permanentemente enchufados los cargadores de los dispositivos móviles.
Por otro lado, los aspectos positivos son que ha mejorado la cultura respecto al aumento del conocimiento de ahorro si se ajusta la potencia contratada, y en el control hay más conciencia de no utilizar los electrodomésticos de mayor potencia simultáneamente, mientras que sigue siendo demasiado baja la temperatura del aire acondicionado, que debería situarse entre 24 y 26 grados. También ha mejorado la revisión de calderas y la utilización de iluminación Led, mientras que un punto débil es el mantenimiento inadecuado de frigoríficos y congeladores, que aumentan el consumo si se les acumula hielo o se deteriora la goma de la puerta. Todos debemos ayudar para mejorar la eficiencia energética de nuestros hogares y ahorrar.
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